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  • Equipo Liveslow

El problema del agua


El agua, ese líquido incoloro, inodoro e insípido que tanto conocemos, que compone aproximadamente el 70 por ciento de nuestro cuerpo y de la superficie total del planeta… ¿Qué problema podría existir con el agua, el elemento más puro, que asociamos directamente con la vida? El problema, claro está, es que falte. Y esto pasa mucho más de lo que nos imaginamos…


Seguramente si estás leyendo esto, es porque tenés acceso a una computadora, un celular o una tablet, además de acceso a internet. Lo más probable, entonces, es que vos también tengas acceso al agua simplemente abriendo una canilla. Pero, ¿sabías que 1 de cada 7 personas en el mundo vive sin acceso a agua potable? Puede que pienses que esto es un problema de países lejanos o de muchos menos recursos que el nuestro, ¿pero sabías que esa proporción es igual en la Argentina? Sí, en nuestro país, de los 45 millones que somos, 7 millones (¡7.000.000 de personas!) no tienen acceso a agua potable.


La problemática tal vez no te toque de cerca si vivís en un centro urbano, pero en las zonas rurales es muy difícil acceder al agua de red, y son unos 2 millones los argentinos que consumen agua de pozo. Es una cantidad enorme, en especial si consideramos que esos pozos no suelen tener la ingeniería adecuada, y es muy posible que accedan a napas contaminadas: la Fundación Aguas, por ejemplo, señala que 1 de cada 10 argentinos tiene arsénico en el agua.


Además de los riesgos en la salud en el corto y largo plazo (desde diarreas que producen muerte por deshidratación a tumores por acumulación de sustancias tóxicas en el cuerpo), las comunidades sin acceso al agua se enfrentan con el problema diario de conseguirla: se estima que deben caminar un promedio de 3 a 4 horas diarias para conseguir el líquido que nosotros tenemos la suerte de obtener con tan solo abrir una canilla.


Impulsados por estos datos aterradores, en 2015 un grupo de personas creó Fundación Aguas, un proyecto solidario para llegar a estas comunidades y brindarles soluciones para acceder al líquido vital. Con la clara intención de no quedarse de brazos cruzados ante el problema, ellos salieron a recorrer distintas zonas rurales del país basándose en cuatro pilares de acción:

  • Educación

  • Investigación y calidad del agua

  • Tecnologías aplicadas

  • Incidencia y acción colectiva


Con este plan en mente, la Fundación Aguas brinda capacitaciones en escuelas rurales, realiza evaluaciones técnicas sobre la calidad del agua en distintas comunidades, contribuye con el diseño y desarrollo de soluciones tecnológicas para facilitar el acceso al agua e invita a la comunidad a participar activamente en la creación y el desarrollo de esas soluciones, entre muchas otras cosas.


Como es una ONG, su financiación para llevar a cabo las tareas es a través de donaciones. Lo bueno es que ¡vos podés ayudarlos a cambiar la realidad junto con Liveslow! Obteniendo tu Liveslow versión Fundación Aguas estarás haciendo una donación que se va a traducir directamente en obras para que cada vez más gente acceda al agua potable. Y si no querés comprar tu Liveslow o si ya tenés la tuya pero igual querés donar, podés hacerlo a través de nuestra web: ¡nosotros le damos a Fundación Aguas el doble de tu aporte!


¡Ingresá en www.liveslow.com.ar/shop e invertí en agua! 


Y si a vos —como a nosotros— el agua también te preocupa, compartí esta nota con tus contactos y ayudanos a difundir la información.

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