¿Por qué es tan importante?
El cuerpo humano está compuesto en un 60% de agua. Ésta juega un papel vital en nuestro bienestar ya que mantiene las funciones corporales esenciales para la vida. El agua contribuye al mantenimiento de las funciones básicas del organismo, las funciones cognitivas y la termorregulación, ya que transporta nutrientes, lubrica nuestras articulaciones y ayuda tanto en el proceso de digestión como en la eliminación de toxinas.
¿Qué pasa cuando nos deshidratamos?
Cuando nos deshidratamos, nuestro cuerpo tiene una capacidad reducida para realizar estas funciones básicas. Esto produce cansancio muscular, dolor de cabeza, fatiga y sequedad en la piel, entre otras cosas. Dado que nuestro cerebro está compuesto en más de un 70% de agua, la deshidratación también puede conducir a un menor rendimiento mental que afecta a la concentración, el estado de alerta y la memoria a corto y largo plazo.
Por lo tanto, el agua nos ayuda a estar mejor tanto mental como físicamente.
Un dato interesante…
Una sana hidratación también mejora la piel, ya que mantiene la elasticidad natural que previene las arrugas y el envejecimiento. Mayor consumo de agua también puede reducir la celulitis, mejorar la calidad de las uñas y ayudar en la pérdida de peso.
¿Por qué hablamos de hidratación sana?
Porque solo las botellas de vidrio te aseguran que no haya transferencia de materiales, sabores y sustancias tóxicas al agua.
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